El padre se acerca al hijo para preguntarle que tal su día, este no contesta ya que no tenía mucho animo de hablar.
- Hijo, qué te pasa, deseas hablarlo?
- Está bien papá, solo no molestes.
El padre molesto y destruido de una u otra manera por el trato del chico hacía su persona pego media vuelta y golpeando todo a su paso le planteo lo que pasaba a su madre.
- Has escuchado cómo me ha hablado? a mi, su padre que trabaja arduamente para que tenga todo lo que desea!
- Algo estarás haciendo mal -Interrumpió la mujer antes de que pudiera decir algo más-
Aun más molesto por la situación decide salir de la casa e irse lejos, pasaron las horas y la niebla tapaba la visibilidad de aquella noche. Al llegar a su vivienda se encuentra con todos sus integrantes durmiendo, entro lentamente al cuarto de su hijo, tal vez seguía despierto. Pero no fue así, se encontraba descansando pero un cuaderno abierto con un bolígrafo sobre el llamo su atención, sin pensarlo dos veces lo tomo con ambas manos quedando anonadado por unas simples estrofas sin importancia para algunos, pero a el si le importaron.
"He oído a mi padre decir que trabaja arduamente para darme todo lo que deseo, pero yo, yo, solo deseo que este más tiempo a mi lado" Con unas lágrimas cayendo por sus mejillas entendió que su trabajo y obligaciones se encontraban en su propio hogar, con su familia.
Pequeño relato en una noche de no mucho entretenimiento.
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