29 ene 2013

Aquí estoy


Aun te recuerdo con la devoción de aquel día que nos vimos, tan esplendida y esbelta. Tu mirada inocente y tu dulce voz ponían todos mis sentimientos en mi contra, convirtiéndome en alguien totalmente indefenso ante ti, contigo aprendí los grandes valores del amor y todo lo qué con ello con lleva.
Por alguna razón no funciono lo que estábamos tratando de intentar juntos, teníamos nuestras diferencias cosa que yo no quería ver, era todo tan irreal que a la vez lo veía real y eso me encantaba. Hablarte para volver a reconstruir los hechos es un caso perdido, ya qué tu no estás sola, nunca lo estuviste y yo en ese momento no lo supe afrontar, ahora lo entiendo y quisiera qué todo este bien.. Pero no es posible.
Aun no entiendo qué es lo qué paso, o a lo sumo qué es lo qué hice mal, te quisiera tener aquí a mi lado para poder decirte gracias por todo, de una u otra manera aprendí y eso lo valoro demasiado. Poco a poco se fue perdiendo la chispa qué teníamos, esa gran seguridad que nos brindamos ambos fue desapareciendo y dejando entrar a todos nuestros grandes miedos para que podamos ser sometidos ante su castigo, no sé sí lo has sufrido tanto cómo yo, pero fui el qué perdió más defensas.
Perdí todos mis castillos construidos a tu lado, princesa, en un abrir y cerrar de ojos.

Solo te quiero decir gracias.


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