La inseguridad una gran parte de las personas las posee, hay algunas que no. Pero yo pertenezco a la gran porción que sí la tiene, y digamos que es muy feo ya que te cuesta demasiado dar el primer paso, más allá que mi inseguridad se junta con mi desconfianza y hacen estragos en mi.
Toda mi vida fui una persona tímida a la cual todos se abusaban de su timidez y la falta de palabras, pero hoy día ya soy una persona que posee una gran viveza, al menos mucho más que antes, a tal punto que hay gente que le molesta que yo les conteste y retruque sus palabras, ya que no sé lo esperan porqué creen ser la voz de la razón, mi trabajo con ellos es demostrarle que no es así. Ya es casi nula mi timidez o vergüenza cómo quieran llamarle, ya no me torno rojo -Aunque es mi calor favorito- a la hora de entablar una conversación con alguien desconocido.
¿Saben lo difícil qué es qué todos se aprovechen de tu inseguridad? Yo sí, y es muy feo, pero gracias a crecer a lo largo de los años puedo decir por fin, que soy alguien más seguro. Sí vos, que estás leyendo esto sufrís de esta particular característica, te digo que podes cambiar solo que este cambio depende de ti y de tus ganas de surgir en el mundo.
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