3 nov 2013

De repente

Así, tan de repente todo giro en el sentido contrario, haciendo un movimiento brusco y derramando todos nuestros líquidos de aquella vasija tan hermosa. La noche está cayendo y sin siquiera esperarlo o inclusive tener algo planeado me encuentro en está ciudad una vez más que con sus luces me protegen en cada paso que doy.
Miradas que se cruzan mientras nos vamos moviendo, casi sin prestar atención te cruzas y te pierdo entre la neblina que de un momento a otro tapo toda nuestra visibilidad. ¿Donde estoy? Me pregunto una vez más, usando mi intuición sigo caminando y esquivando personas malheridas, pobres fracasados que no pudieron seguir. ¡Vamos! Necesitan hacerlo, necesitamos hacerlo.. ¡Sobrevivan por mi! Solo una vez más, un empujón les pido.
No sé que sentido tiene seguir haciendo esto que vengo haciendo hace mucho tiempo, creo que algún día lo sabre y podre caer tranquilamente sobre este piso rocoso junto a todos ellos, esos fracasados, pero con el orgullo de poder decir que lo encontré, ¿Qué sentido tiene eso? No tiene ninguno; ¿Acaso tenemos qué encontrarle sentido a todo? Comienzo a girar en el lugar tratando de volver a poner todo en el orden que yo quiero, que todo comience a girar a mi favor, pero una vez más estoy equivocado. 

Aquella brisa me acaricia las mejillas y cuando menos me lo espero recibo una correntada directo a mi quijada, dejándome atónito e intento levantarme de nuevo, pero por el momento, sigo sin lograrlo. 


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