Estás ahí la gente sabe de tú presencia pero haces muy poco ruido entre la multitud. Eso te molesta entonces comienzas a levantar carteles y unes a más personas, porqué crees que mientras más sean más ruido harán. Pero te equivocas. Fallas la primera vez y sigues sumando gente hasta que son una gran maza que arrasa con todo, comienzan a hacer ruido por el centro de la ciudad y solo mueven a unos pocos hombres de la organización contraria. Los lideres comienzan a verte "ensuciando" sus calles y te brindan un poco de atención, eso a ti te deja conforme porqué al fin te hiciste notar y obtuviste la respuesta que querías. Pero otra vez te equivocas, luego de un tiempo con esa solución vuelven los problemas y te comienzas a incomodar. Sacas tú equipo de combate añejo, enlistas tus armas y reúnes a tú pelotón, ahí es cuando la historia se repite y te das cuenta, que el tiempo que perdiste queriendo hacerte notar, es tiempo que podrías haber usado para cambiar las cosas. El cambio surge por ti y por las tantas personas que lograste que te siguieran, no por ellos. No luches más, haz la diferencia.
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