El ambiente en aquel sótano oscuro era cálido aquella noche, una mesa de trabajo, una simple luz alumbrando la misma.. Y yo, afilando una preciosa daga del siglo XVIII finamente construida por mi querido abuelo. Solía adornar el lujoso modular de su sala de estar, pero en aquel entonces en mis manos cumplía otro propósito.
En este mismo cuaderno -Sosteniendo un viejo cuaderno de tapa dura marrón con hojas amarillentas- Escribía el nombre de cada uno de mis enemigos, de gente que me odiaba o simples hipócritas a los que quería ver sufrir -Con una leve pero sombría sonrisa en su rostro- Una vez escrito el nombre de cada uno de ellos daba un pequeño golpe con mí daga en tan fino papel, así marcando su tan cercano destino. Días después les daba caza, solo con mis manos, mí preciosa daga y por ultimo pero no por ello menos importante; mí tan preciada Honda VTX 1100CC.
Era feliz haciendo lo que hacía, no te mentiré, y si no estuviera encerrado en este mugroso agujero volvería a hacerlo de nuevo... te aseguro que hay mucha gente odiándome ahí fuera y más aún aquellos que solo me gustaría ver sufrir para mí propia diversión.
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