Ese incomodo momento, donde todo dentro de tu cabeza comienza a girar cómo una calesita sin un punto final donde parar. Donde todas tus emociones, problemas y/o diversas cosas de tu vida se encuentran y comienza un extenso debate por quien tiene la razón, mi estomago también quiere participar, por eso lo siento revuelto, odio esto. Entro en esa fase de sentirme nervioso y ansioso, me quiero controlar y no es algo con lo cual afectare a los demás, solo me afecto a mi mismo siendo de esta manera. Vamos muchacho, sonríe y deja las payasadas. Cómo sí así de fácil fuera olvidarse de todo o re acomodar lo qué esta pasando.
Me siento estúpido, ¿cómo demuestro qué me tomo las cosas enserio y soy alguien diferente? Ni yo se, esta maldita inseguridad me consume metiéndome en las profundidades de sus mayores miedos, haciéndome victima de tal castigo imparable. ¡Basta! Bien, estamos de nuevo en el juego.
Solo quiero qué las cosas me salgan bien, despacito y buena letra, qué más da. No soy uno más de ellos.
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