22 feb 2015

Maldita voz

Hay veces que me gustaría ser normal, pero es entonces cuando una voz en mi cabeza me dice que no soy normal, que tengo algo especial algo muy especial... TOC TOC resuena dentro de mi cabeza, creo que me estoy volviendo loco...

- No hagas eso, te podes morir.
- Pero si solo estoy cerrando una canilla ¿Por que moriría?
- Ya cerraste la canilla ¿Estas seguro que la cerraste bien?
- Si, la cerré bien pero me fijo de nuevo.
- ¿Sigues seguro?
- Ya la cerré -mientras la abre y cierra de nuevo-
- A ver, intentemos una vez mas creo que no la cerraste.
- ¡BASTA!

Quiero caminar como una persona normal por estas calles sin tener una voz dentro de mi cabeza que me diga que la gente me observa, tengo miedo a sonreír porque una voz me dice que horrible me veo haciendo eso; Quisiera dejar un vaso en el lugar que yo quiera sin tener una voz que me diga que si lo dejo ahí un familiar se va a morir. Estoy cansado, de tener esta voz, de ser tan inseguro, de no saber lo que quiero, de confiar, de no confiar. Estoy cansado de querer amar y no saber a quien. 


30 oct 2014

¿Qué careta le puedo ofrecer hoy?

¿Quieres la de siempre estaré a tu lado o la de me importas mucho? ¡Oh, de verdad no lo sabe! Pues veamos, le ofrezco la de... ¿Confía en mi? ¿Siempre estarás antes que todos? Sí, creo que esa te quedara perfecta.
Ambos sabemos y sin faltarle el respeto, mañana estaré ofreciéndole una diferente.

9 feb 2014

Dulce libertad

El ambiente en aquel sótano oscuro era cálido aquella noche, una mesa de trabajo, una simple luz alumbrando la misma.. Y yo, afilando una preciosa daga del siglo XVIII finamente construida por mi querido abuelo. Solía adornar el lujoso modular de su sala de estar, pero en aquel entonces en mis manos cumplía otro propósito. 
En este mismo cuaderno -Sosteniendo un viejo cuaderno de tapa dura marrón con hojas amarillentas- Escribía el nombre de cada uno de mis enemigos, de gente que me odiaba o simples hipócritas a los que quería ver sufrir -Con una leve pero sombría sonrisa en su rostro- Una vez escrito el nombre de cada uno de ellos daba un pequeño golpe con mí daga en tan fino papel, así marcando su tan cercano destino. Días después les daba caza, solo con mis manos, mí preciosa daga y por ultimo pero no por ello menos importante; mí tan preciada Honda VTX 1100CC. 
Era feliz haciendo lo que hacía, no te mentiré, y si no estuviera encerrado en este mugroso agujero volvería a hacerlo de nuevo... te aseguro que hay mucha gente odiándome ahí fuera y más aún aquellos que solo me gustaría ver sufrir para mí propia diversión.

15 ene 2014

¿Qué rumbo tomaras?

Las decepciones están en cada rincón del mundo, donde quiera que vayas, quien quiera que conozcas ahí siempre habrá una decepción; Esperándote para golpear tú rostro tan fuerte cómo pueda y hacerte quebrar.. Pero, yo se que eres fuerte y seguirás buscando en otros lugares, cómo ahora te toco venir a verme así que te pregunto...

- ¿A donde vas con tan solo la compañía de esos ojos tristes?

No puedes seguir huyendo siempre, la gente te encontrara y hará comentarios sobre ti vayas donde vayas, te alejara conocidos. Pero eso no te interesa, porqué la gente que de verdad te importa aún sigue a tú lado y no se dejara llevar por esos comentarios.

Así que sonríe y agradece a esas personas por alejar de tú lado a esa gente igual a ellos.

Así que te digo, gracias y buen viaje. 


27 dic 2013

¿Qué ganas con mentir?

-Mentirosa, mentirosa.. Mentirosa!- Escuchas resonar por toda tú habitación, te vuelves loca, te desesperas y te arrepientes de haberlo hecho. 
Pero sabes que ya está en ti y no lo puedes cambiar, arpía y mentirosa son dos cosas que van muy bien contigo. Con solo una mano y tus largas uñas has intentado arrebatarme el corazón de mí pecho, que sin poder lograrlo te alejaste muy lentamente mientras hacía lo imposible para volver a cerrar la herida, me es fácil olvidar y más fácil aún alejarme; A paso lento voy intentando buscar a alguien, con la esperanza de que no vuelva suceder. Una vez más, estoy equivocado.


9 dic 2013

Que inútil

Con la serenidad de aquella larga noche te observe, en silencio, solo escuchando tú voz y los latidos de mí corazón queriendo salir de mí pecho y demostrarte todo lo que en este tiempo se trae guardado consigo. Pero una vez más mis miedos me convencen que no es lo correcto y allí estoy, debatiendo si hacerlo o no.. Me abalanzo, me voy hacía atrás y me muevo a más no poder queriendo hacerlo. Todo termina de un segundo para otro y aquella noche que parecía larga se termina en un abrir y cerrar de ojos así mismo te vas esparciendo entre mis dedos casi a tal punto de hacerte imposible de alcanzar. Solo una respuesta necesito, ha pasado tiempo y me encuentro aquí sin recordar cómo jugar este juego que tanto tiempo recorrí de diferentes maneras, a mi manera, pero me haces sentir que estoy equivocado en cada paso que voy dándome a entender que es un juego nuevo que jamas conocí. Sonríes, bailas, juegas, te mueves, te encuentras llena de vida y yo.. solamente queriendo intentar, disfrutar de los pequeños detalles y crear grandes situaciones dignas de ser recordadas.

2 dic 2013

Aquella noche de invierno

Era una fría noche de invierno, la medianoche ya había caído sobre la ciudad y la mayor parte de sus habitantes se encontraban dentro de sus viviendas.
No era el caso de Marcos, un joven de unos 20 años que tras salir de su trabajo iba rumbo a su casa.
Cómo todas las noches un autobús lo dejaba a unas largas cuadras de su destino, un auto, dos autos y quizás tres autos veía pasar, pero ahí caminando se encontraba el solo. Cómo era un recorrido habitual que hacía todas las noches poca era su preocupación por lo desolada que se encontraban las calles en ese momento, calentando sus manos con su propio aliento comenzó a sentir unos pasos de tras suyo, no era de esperarse ya que era el único que entraba a esas altas horas de la noche al barrio. ¿Algún nuevo vecino qué tiene la misma suerte qué el al salir tan tarde del trabajo? ¿Un rebelde con insomnio? No se quedo a averiguarlo, se subió a la vereda para despistar a “su” seguidor, tratando de acelerar su paso ya que la nieve que había caído en el día no lo dejaba caminar bien, logro acercarse cada vez más a su casa. Curioso por ver si quien escucho seguía tras él, dio vuelta su cabeza, viendo a un sujeto alto con un tapado que cubría hasta sus rodillas, con un gran sombrero y cabeza gacha. Su corazón se aceleraba ya que el no era un hombre tan valiente que digamos, cada vez que apuraba su paso, más fuerte y rápido también se escuchaban los del sujeto a detrás de el. Marcos, que en ocasiones cuando veía a alguien raro metía una de sus manos dentro de su abrigo, así tratando de demostrar que llevaba algo que nunca le ayudaría si alguien tratase de averiguarlo, al llegar al lote de pisos donde vivía entro lo más rápido que pudo ya que la puerta siempre se encontraba abierta, subió las escaleras y entro a su departamento.
Ya con una tranquilidad que inundaba todo su cuerpo, se dispuso a sacarse toda la ropa de calle y recostarse en su sillón. No obstante tras pasar unos segundos y un largo suspiro de alivio tres golpes secos en su puerta retumbaron por toda la habitación, sobresaltado tomo un removedor de brazas que tenía a su lado, se acerco a la puerta a pasos lentos y exclamo.

- ¡¿Quién es?!

Dijo tras no recibir respuesta alguna, miro por la mirilla de la puerta y nadie se encontraba allí. Pego media vuelta pero otros tres golpes lo hicieron poner de nuevo en su posición. Asustado y con el removedor en su diestra, no dudo dos veces en abrir lentamente la puerta mientras apuntaba con ese objeto punzante en modo de lanza.
No encontró a nadie, pero ya con medio cuerpo fuera de la habitación decidió salir a inspeccionar, miro a ambos lados mientras relajaba su mano convirtiendo el objeto en algo insignificante.

- Bah, seguro es producto del cansancio. –Mientras se decidía a entrar a su habitación nuevamente-

Una vez dentro se recostó sobre su cómodo sillón sin más preocupación y decidido que todo lo que estaba pasando era producto de su imaginación, tras hacer su cabeza hacia atrás no podía creer lo que estaban viendo sus ojos, una especie de ser, hombre, no sé sabe con exactitud que es lo que era, pero estaba allí mirándolo, sin más preámbulos dio fin a su vida.
Semanas después el portero decide llamar a las autoridades ya que no había recibido la renta correspondiente de este, con la autorización del mismo entraron en la habitación y no podían creer lo que tenían delante de ellos. Un hombre, recostado en su sillón, con un corte de lado a lado en su rostro.
Rápidamente se desplegó un control policial por todo el piso donde se encontraba la habitación, al ver el vídeo de seguridad de aquella vieja cámara que tenían instalada y sin esperanzas de que aun grabara, vieron a Marcos, entrar solo al edificio tal y como se narra, asustado y a pasos agigantados subiendo las escaleras. Poco después fue lo que más les llamo la atención, en una de las paredes un curioso mensaje se veía escrito.

-No te fíes ni de tú propia sombra-

Poco se sabe de lo que paso después, miles de historias se han creado con lo sucedido. Pero si algo se sabe con exactitud es que esa habitación se ha cerrado y nadie más quiso habitarla, ese hombre de largo saco y sombrero nunca fue encontrado ya que Marcos era el único que lo había visto.

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